Nevada

Hay libros con cuentos y libros de cuentos. Los primeros son simples recopilaciones de pedazos sueltos y ocasionales. Los segundos —mucho más raros y preciosos— son un conjunto de piezas a medida que acaban conformando un todo perfectos e indivisible. Nevada es de estos últimos. Claire Vaye Watkins ofrece el momento preciso en el que un paisaje colectivo se convierte en estado mental privado. Yendo de la Fiebre del Oro a las alucinaciones del Clan Manson, he aquí una escritora que sale del infierno-purgatorio-paraíso que es el estado de Nevada sabiendo que va a llegar muy lejos y haciendo consciente al deslumbrado lector que, en realidad, con estas páginas, ella ya está allí.

Rodrigo Fresán

En el desierto, donde los edificios abandonados y los pueblos fantasma dan paso a los sets cinematográficos, el tiempo y el espacio parecen reducirse; la narrativa de Watkins imita esa sensación de elasticidad y comprensión.

Rebeca Bengal, The New Yorker

Oscuros y profundos como un riff de Johnny Cash.

B.R., Glamour 

Los lectores se verán transportados a las penurias de un lugar despiadado y emergerán del otro lado más sabios, más cautelosos y curtidos, como el paisaje.

Antonya Nelson, New York Times

Absorbente… El verdadero escenario de Nevada es un faulkneriano desierto del corazón, donde el suelo está maldito por sus metales preciosos y la historia personal de alguien puede ser tóxica también.

Mindy Farabee, The Boston Globe